Sueños de nubes y escaleras

Solía creer que una escalera me llevaría a las nubes, que en el filo de la luz, caminaría y de esa manera todo terminaría bien.

Solía cantar por las carreteras trepado a la parte de atrás de un viejo camión, solía verme de ropas sencillas y con una caricia tierna. Por eso no entiendo de donde aparece este ser radical, que no tiembla por pisar las entrepiernas que se le presentan, que no corre de las avalanchas de multitudes, que no siente el viento que hace una afrenta en su rostro, que no se remueve por más que todo cae a su alrededor.

Solía creer en las misas de antaño, en las espinas corales, en la sonrisa real, por eso no entiendo que hizo de mí un ser extraño que de mi propia presencia se ausenta.

Quiero moler el polvo de mis huesos, quiero clonar las longitudes de esta nueva verdad, cansado me encuentro de perseguir a mi identidad.

La magia no existe si uno la crea, es solo poder hacer más que los demás, no intento aferrarme a las cosas a medias pero solo me encuentro en esta comodidad. Asalto las noches a mi propio sueño porque hasta este me abandona ya, golpeo mi pecho con exceso de fuerza a ver si por dentro algo comienza andar.

La lógica es una infame propuesta en noches donde solo se necesita poder levantarse una vez más…