De frente al abismo

Quiero caer al abismo de tus lamentos, saltar sin cuerdas ni miedos a un vacío profundo que es lo único que ha quedado.

No se cuento tiempo más resista con esta máscara y esta piedra en mi pecho, no sé decirte cuanto pican mis ojos abiertos.

No quiero recoger hojas del pasado, es un libro que me niego a tener que leer, mis historias en las paredes las he dibujado, en las sábanas de un nuevo amanecer.

De cabeza he colocado a mi odio, para que un reloj de arena le dé cavidad, exijo aquello a lo que al menos me merezco, merezco solo un poco de sinceridad.

Que los tiempos se ajusten a mis imprecisiones, que mi misión no es de saber mucho mas, prefiero tener los sentidos bien despiertos, porque mis ansias están muertas de tanto esperar.

Prefiero la mujer que aclare sus propias tinieblas, porque ahora telas cubren mi poder ver más allá.

Te pido te quedes solamente por un tiempo, te pido no rebusques donde ahora no hay, este es mi juego de escaleras entre el pavimento, esta es mi gloria que desborda su fragilidad.

Esta es mi infancia que ahora deja de crecer en argumentos, y mis palabras sueltas caen del rosario de gargantas que hacen eco de mi absuelta humanidad.

Por más que mires jamás me podrás ver, por más que intentes jamás me podrás tocar, yo soy la sombra que respira oscura en tu espalda, yo soy la causa que no para de enredar.

Aunque lo inventes jamás podre comprender, aunque lo plasmes jamás lo voy a soñar, decidir es una posibilidad de la que no rehúyen los locos, y en mis miserias solo queda demencia total.